En Virolai, el equipo educativo tiene como objetivo conseguir que los chicos y chicas desarrollen actitudes y habilidades que les sirvan para la vida. Por este motivo, el profesorado se adapta a la singularidad de cada uno de ellos, por considerarlos protagonistas de su educación.
En la sociedad digital actual, el maestro no es ya el único transmisor del conocimiento. Pese a su función educadora, el profesorado se ha transformado en guía y acompaña en el largo proceso de aprendizaje del alumno/a. En este nuevo modelo, el docente desempeña una tarea más allá de su especialidad, de forma globalizada, para asegurar el aprendizaje global del alumno/a, así como su evaluación. Si situamos al alumno/a en el centro del proceso de aprendizaje, la evaluación de este proceso debe ser compartida: el alumno/a debe evaluar su proceso de aprendizaje y, para ello, necesita la interacción y respuesta del profesor.
En esta transformación se establecen nuevas dinámicas: trabajo en equipo y planes de formación entre docentes que permitan nuevas propuestas y proyectos conectados al mundo real. Tanto el maestro como el alumno/a y la escuela se sitúan en un proceso continuado de aprendizaje.
